del candidato a la Presidencia de la República Fernando Lugo en ela cto de presentación de candidaturas de la USTTP

En acto realizado en el local de la USTTP, ubicado en el barrio Nazareth de nuestra capital, el aspirante al sillón presidencial anunció a los obreros que no se va a mendigar ni un céntimo de dignidad a los países extranjeros sino que se va a relacionar de igual a igual, sea quién sea.

Dos cositas quiero decir para comenzar. Primero tenemos que reconocer los obreros, los estudiantes, estamos haciendo el uso legítimo de usurpar el espacio que le pertenece a los políticos tradicionales. Yo creo compañeros que los partidos políticos, no se enojarán diciendo que el mundo obrero, el mundo sindical, es un cambio, pero no es un cambio de persona, el cambio que queremos en el mundo sindical, en el mundo de los obreros y obreras de nuestro país, es mucho más que cambiar un presidente.

Yo creo que insultar hoy a Fernando Lugo, es insultar a gran parte del pueblo paraguayo, sano, honesto y que quiere un cambio real en nuestro país.

El rostro de Fernnado Lugo hoy es miles de rostros, en el campo, en la ciudad, en la calle, en la plaza. Y esta manera de hacer política, de usurpar el espacio, lo que ellos creen que es tradicionalmente les pertenece, que es lo que no escuchamos decir de sus bocas, creo que ha llegado el momento en el país, ha llegado el momento en donde pensemos, no tanto en personas, sino en un sistema agotado que produce pobres, miserables y esclavos. Eso queremos cambiar. No, no queremos cambiar, eso ya estamos cambiando. Es les molesta a ellos, a los grandes capitales que no tienen patria.

Ellos dicen les vamos a comprar a todos, pero se mienten, porque las candidaturas del mundo obrero, del mundo sindical, del mundo estudiantil, no saben ellos que no tenemos precio.

Les decimos que no tenemos precio, que su dinero viene de la Itaipú, Yacyretá, del narcotráfico, de la mafia, no nos van a comprar, porque el pueblo se ha decidido a cambiar sin precio y el precio que vamos a poner, es la oferta de nuestras propias vidas, porque el país hoy necesita, el país hoy reclama, el país hoy se merece que políticos de esta naturaleza, de sangre nueva, realicen los cambios reales a favor de las grandes mayorías olvidadas, explotadas y excluidas del sector nacional. Ese es el cambio que hemos profesado.

Todavía no hemos comenzado, porqué, porque durante tanto tiempo dijeron que el miedo es la segunda piel del paraguayo, pero ahora ya no se les tiene más miedo. Hemos perdido el miedo, hemos desafíado y estamos desafiando a un grupo, a un sistema, estamos desafiando a una estructura, porque creemos que es posible el cambio real, desde adentro y desde abajo.

Posiblemente yerran los que dicen estos buscan el poder, buscan plata y nos quieren medir con su propia medida. No nos alienta el poder por el poder, no nos alienta la plata. Nos alienta los profundos ideales patrióticos, nacionalista que necesita hoy el país, nos alienta poder cambiar la situación de miles de paraguayos y paraguayas que viven en la pobreza y la miseria. Eso nos alienta, esa es nuestra motivación. Sabemos que eso es posible.

Sabemos que es posible generar empleo, no solamente de capitales extranjeros, capitales nacionales, sino generar empleo generosamente renunciando, muchas veces a nuestros derechos temporalmente, para poder equilibrar un poco las fuerzas de trabajo y poder equilibrar y hacer y encaminar una empresa, también con una mentalidad diferente.

La mentalidad del lucro solamente no funciona, mientras no se garantiza los grandes derechos sociales de los trabajadores, siempre habrá sindicatos, asociaciones de trabajadores que demostrarán sus descontentos alrededor de toda la geografía de la República y detrás de ese mundo justo, estamos trabajando y estamos uniéndonos.

No somos de la política tradicional que busca asociarse con la mafia y los poderes de facto para sacar solamente ventajas para ellos y sus familiares, sino queremos revertir la situación estructural de nuestro país. Paraguay tiene todas las condiciones humanas y naturales como para que nosotros podamos vivir dignamente.

Y la recuperación de la dignidad del paraguayo y paraguaya está como al frente de nuestros objetivos. Y Paraguay tiene que recuperar su orgullo de ser paraguayo, el Paraguay debe recuperar su orgullo de nación. En Paraguay debemos recuperar nuestra capacidad de hacernos respetar internacionalmente.

Lo único que yo sé, que no vamos a mendigar ni un céntimo de dignidad a ningún país, sino que vamos a relacionarnos de igual a igual, sea quién sea ese país.

Hemos iniciado una larga marcha y esta marcha no termina, ni el 20 de abril ni el 15 de agosto, la marcha del cambio histórico en el país, es un largo camino que tenemos que construir juntos.

Va ha ser trazado con el sudor y el sacrificio de la gente que tengan la honestidad y la capacidad moral de decir, esto se debe cambiar y el cambio no tiene precio, la soberanía no tiene precio, la ética de los hombres y mujeres no tiene precio y creo que eso está cambiando en este país.

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